Fue un encuentro casual, pero que demuestra que por encima de rivalidades y pelea por un puesto entre los mejores de Europa, está la amistad. Zinedine Zidane, preparado para concentrarse, y Arsene Wenger, que acababa de comparecer ante los medios y de pisar el césped del Santiago Bernabéu en compañía de Cesc, departieron durante algunos minutos en la antesala de vestuarios. |